Virgen de la Vega
La virgen de la Vega es la patrona de la ciudad de Salamanca desde hace más de cuatro siglos. Desde que fuese hallada por un pastor en la Vega del río Tormes y se construyese una iglesia en su honor, muchas son las veces que ha intercedido por la ciudad.
En agradecimiento a sus obras, los salmantinos celebran cada 8 de septiembre la festividad de su patrona, a la que veneran con gran devoción.
Historia de la Virgen de la Vega
La Virgen de la Vega es la patrona de Salamanca desde el año 1610, aunque su consagración no tuvo lugar hasta el año 1653. Se dice de ella, que los Salmantinos pidieron la ayuda de su patrona en incontables ocasiones y que en todas ellas, la virgen respondió ofreciendo su protección e insuflando ánimos en cada uno de ellos.
Cuenta la leyenda, que en el siglo V, durante el tiempo que duró la ocupación visigoda en la península, en Salamanca había una pequeña ermita dedicada a la Virgen María, la ermita se encontraba en la colina de la Vega. Fue allí, donde un pastor encontró una talla de la Virgen enterrada bajo tierra. Dicen que la imagen fue escondida allí cuando la conquista musulmana tuvo lugar, para protegerla de profanaciones.
El pastor cogió la imagen y se la llevó a la ermita, pero, cuando entró a la ermita, se dio cuenta de que la imagen había desaparecido de entre sus manos y estaba nuevamente enterrada donde la encontró. Lo intentó en varias ocasiones y en todas ocurrió lo mismo, la Virgen volvía al sitio en el que había sido enterrada.
Este echó fue interpretado como voluntad divina y fue allí donde se construyó un santuario en su honor.
También dicen los salmantinos, que durante el asalto de las tropas que pretendían invadir la ciudad en 1706 durante la Guerra de Sucesión Española, la virgen protegió a sus habitantes y les ayudó a ganar la batalla.
¿Qué se le pide a la Virgen de la Vega?
Como a cualquier otra advocación mariana, la Virgen de la Vega ve desfilar ante sus ojos, innumerables fieles que le hacen ofrendas y le rezan oraciones pidiéndole que interceda por ellos.
Desde que termine la sequía y no se echen a perder las cosechas, pasando por ese familiar que está enfermo y necesita ayuda, hasta ese examen que quieren aprobar. La fe de los salmantinos por su patrona es inquebrantable y a ella acuden a presentarle todo tipo de plegarias.
¿Dónde está la Virgen de la Vega?
La figura de la Virgen de la Vega es una talla de estilo románico, mide tan solo 72 cm de altura y se encuentra con el niño sentado sobre su rodilla izquierda. Era la titular del monasterio de Santa María de la Vega, ubicado en la vega de río Tormes a su paso por Salamanca. Tras el deterioro de la iglesia, la talla fue trasladada a otra iglesia y después al convento de San Esteban.
En 1904 fue trasladada definitivamente al altar mayor de la Catedral Vieja de Salamanca.
¿Cuándo es la fiesta de la Virgen de la Vega?
El día de la Virgen de la Vega se celebra cada año el 8 de septiembre. Los salmantinos llenan año tras año la catedral para rendir homenaje a su amada patrona.
La ciudad se viste de gala durante 8 días en los que se celebran conciertos, corridas de toros y en los que se lleva a cabo una novena en honor de la Virgen y una ofrenda de flores como agradecimiento por su protección.
Oración de la Virgen de la Vega
¡Oh, Reina y Madre nuestra! Tus cofrades, tu pueblo, tus devotos, unos en persona, otros en espíritu, han venido a tus plantas a ofrendarte el Homenaje de su amor y reconocimientos a tus bondades. Lo han hecho espontáneamente e impulsados por las tristes circunstancias que atravesamos, implorando humildemente tu intersección ante el Padre Celestial para que nos consigas la tan suspirada paz, que al terminar los cultos de este día, que te rogamos aceptes muy gustosa, te dignes escoger para trono tuyo en donde reines como Dueña absoluta por el amor, nunca por el temor, nuestros pobres y humildes corazones. Nuestras glorias y nuestro orgullo santo será el tenerte siempre a nuestro lado en la tierra y poderte glorificar eternamente en el Cielo. ¡Bendícenos a todos, Madre Querida!¡Oh Virgen de la Vega, no nos abandones!
